Día Mundial contra la Rabia

La rabia, una de las zoonosis más letales que conocemos, sigue matando a alrededor de 59 000 personas cada año, lo que representa una importante carga para los sistemas de salud pública y las economías de los países. No obstante, esta enfermedad se puede prevenir al 100% si la abordamos a través del enfoque “Una salud”.

“Una salud”, cero muertes

Está claro que la acción de un solo sector no puede eliminar una enfermedad como la rabia y no puede enfrentar con eficacia las amenazas zoonóticas, dada la estrecha interconexión entre la sanidad animal, la salud humana y la del medio ambiente. En el caso de la rabia transmitida por los perros, sólo una respuesta coordinada de todos los sectores permitirá que se alcance el objetivo de “cero muertes” humanas. El día mundial contra la rabia se celebra el 28 de septiembre y, este año, el lema es “Una salud, cero muertes”, para reafirmar este mensaje.

Los perros son responsables del 99 % de los casos de rabia humana a través de las mordeduras y los arañazos. Por lo tanto, es esencial limitar la exposición del hombre a la rabia tratando la enfermedad en su fuente animal. Promover la vacunación contra la rabia a gran escala, la responsabilidad de los propietarios de perros y la sensibilización en torno a las soluciones disponibles, son acciones fundamentales contra esta enfermedad.

Es crucial que exista una cooperación entre los profesionales de la sanidad animal y la salud humana. No sólo por el impacto positivo que dicha cooperación conlleva en los medios de subsistencia y la economía de las comunidades, sino porque sienta las bases de sistemas sanitarios más fuertes, capaces de responder a las amenazas zoonóticas, más allá de la rabia.

 “Una salud” para todos

La instauración de una respuesta coordinada contra la rabia marcará el camino para el control de otras enfermedades zoonóticas. Es esencial que el área de la salud humana implemente medidas fundamentales, entre ellas, el acceso a la atención médica humana y al tratamiento posterior a la mordedura, especialmente en las zonas rurales con acceso limitado o inexistente a las campañas de educación sanitaria y donde se produce el 80 % de los casos de rabia humana.

Si bien disponemos de todas las herramientas para poner fin a la rabia transmitida por perros, incluidas vacunas de alta calidad para perros y humanos, resulta difícil coordinar con éxito e invertir recursos suficientes en su control. La rabia existe aún en dos tercios de los países del mundo. No obstante, como rara vez existen sistemas formales de vigilancia, suelen subestimarse la presencia de la enfermedad y su correspondiente carga social y económica.

La eliminación de la rabia debe ser una prioridad. Invertir en su control progresivo también ofrece la oportunidad de reforzar los sistemas sanitarios de forma más amplia y de mejorar la equidad y el acceso a la atención para todos. La rabia es un ejemplo muy claro de la puesta en marcha del concepto “Una salud” a todo nivel y de su contribución para que el mundo tenga una mejor capacidad de prevenir, predecir, detectar y brindar una respuesta frente a las amenazas sanitarias, mejorando así la salud de las personas, la sanidad de los animales y la salud del medio ambiente.

La rabia aún puede ser fatal, pero también es altamente prevenible. Solo se necesita un esfuerzo unificado para asegurarse de que las muertes por rabia humana pasen a la historia.

Fuente: WOAH

Septiembre 2022