
Encefalopatía espongiforme bovina tipo L. Transmisión oral a primates.
La aparición mundial de la encefalopatía espongiforme bovina clásica (C-BSE/EEB-C) está asociada con la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD) en humanos. Se han identificado otras dos variantes atípicas de BSE, la tipo L (L-BSE/EEB-L) y la tipo H (H-BSE/EEB-H). Estudios utilizando ratones transgénicos que expresan la proteína priónica normal humana (PrPC)*[1] y primates han demostrado que la L-BSE es más virulenta que la C-BSE. Aunque la L-BSE es transmisible oralmente a visones, ganado y lémures ratón, la transmisibilidad a macacos cangrejeros -un modelo adecuado para investigar la susceptibilidad humana a priones- sigue sin estar clara.
El Estudio: Se inocularon oralmente dos macacos cangrejeros con priones de L-BSE y se evaluó la presencia de proteínas priónicas anormales (PrPSc) en tejidos utilizando amplificación cíclica de proteínas mal plegadas (PMCA), junto con Western blot (WB) e inmunohistoquímica (IHC). PMCA acelera notablemente la replicación de priones in vitro y sus productos conservan las propiedades bioquímicas y la transmisibilidad de las cepas de priones iniciales.
Los dos macacos inoculados oralmente con priones de L-BSE permanecieron asintomáticos y saludables y fueron sacrificados y autopsiados a los 75 meses post-inoculación.
El WB no mostró acumulación de PrPSc en ningún tejido, la IHC no reveló acumulación de PrPSc, la tinción con hematoxilina y eosina no reveló cambios espongiformes en secciones cerebrales y el examen patológico no reveló anormalidades en el tejido evaluado de los macacos inoculados oralmente.
Sin embargo, PMCA amplificó exitosamente proteína priónica resistente a proteinasa K (PK) similar a PrPSc (PrPres) de tejidos linfáticos y neurales.
Los priones detectados en macacos inoculados oralmente mostraron características electroforéticas distintas a los priones originales del homogenato de cerebro (BH) de ganado afectado por L-BSE que fue utilizados como semilla, indicando que las PrPSc de los macacos fueron generadas por la conversión de PrPC normales de macaco producid por los priones bovinos de L-BSE inoculados. Los resultados proporcionan evidencia fuerte de que la L-BSE puede infectar macacos por vía oral.
No se encontró evidencia de que PrPSc alcanzara el cerebro en macacos inoculados oralmente; sin embargo, los macacos sacrificados 6 años después de la inoculación podrían haber estado en el período preclínico. A niveles bajos de infección, los ganglios linfáticos juegan un papel vital en la propagación de priones al sistema nervioso central. Por lo tanto, si los macacos hubieran sido mantenidos por un período más largo, podrían haber desarrollado enfermedad priónica. Estudios de vigilancia retrospectiva utilizando tejidos de apéndice y amígdala sugirieron un número considerable de humanos albergando vCJD en estado portador. Por lo tanto, no se puede excluir que los macacos inoculados oralmente con L-BSE podrían permanecer similarmente en un estado potencialmente infeccioso.
El cerebro del macaco inoculado intracerebralmente con L-BSE acumuló priones con propiedades bioquímicas similares a los priones bovinos de L-BSE; sin embargo, no se observó acumulación de PrPSc en tejidos linfoides mediante WB o IHC. En contraste, macacos inoculados oralmente con priones de C-BSE mostraron acumulación de PrPSc en tejidos linfoides, incluyendo el bazo, amígdalas y ganglios linfáticos mesentéricos mediante WB e IHC. En el estudio, los macacos inoculados oralmente con L-BSE albergaban priones similares a los de C-BSE en sus tejidos linfoides y neurales. La transmisión interespecies de priones de L-BSE a ratones transgénicos con PrP ovina puede resultar en un cambio hacia propiedades similares a las de C-BSE. Los datos del estudio sugieren que los priones de L-BSE pueden alterar propiedades biofísicas y bioquímicas, dependiendo de la transmisión interespecies y la vía de inoculación, adquiriendo rasgos similares a los de los priones de C-BSE.
La primera limitación del estudio es que el experimento de inoculación oral involucró solo 2 macacos y tejidos recolectados a los 6 años post-inoculación, antes del inicio de la enfermedad. En consecuencia, la progresión posterior de los síntomas de la enfermedad priónica sigue siendo especulativa. Se requiere un tamaño de muestra mayor y períodos de observación extendidos para establecer concluyentemente la infección en macacos inoculados oralmente. Además, no se realizaron bioensayos para muestras positivas en PMCA, dejando indefinida la relación entre los resultados de PMCA y los títulos infecciosos. Considerando que las amplificaciones de PrPres de tejidos de los macacos inoculados oralmente requirieron 2 rondas de PMCA, los niveles de PrPSc en tejidos positivos podrían haber sido extremadamente bajos e indetectables en el bioensayo.
Estudios previos han demostrado que la L-BSE puede ser transmitida oralmente al ganado y podría haber causado enfermedad priónica en visones criados en granjas, indicando que la L-BSE podría afectar naturalmente a varias especies animales. Los hallazgos del estudio sugieren que la L-BSE también puede ser transmitida oralmente a macacos. Por lo tanto, las medidas de control actuales dirigidas a prevenir la C-BSE primaria en ganado y humanos también pueden necesitar considerar el riesgo potencial de transmisión espontánea de L-BSE.
* 2: PrP/PrPc: proteína priónica celular que se encuentra en la membrana de células cerebrales y otros tejidos.
PrPres/PrPSc/PrPtse: isoforma patógena de la proteína PrP/PrPc, resistente a las proteasas.
Abril 2025